La alimentación, clave para la prevención de la Enfermedad Renal Crónica

La Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), la Organización Nacional de Trasplante (ONT), la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), la Sociedad Española de Médicos Generales (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) se han unido para lanzar con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra hoy 12 de marzo, una campaña dirigida a moderar el consumo de alimentos procesados, perjudiciales para la salud renal por el alto contenido en fosfato de sus aditivos, conservantes y saborizantes. La campaña, que se estrenará pasado mañana en varias estaciones de Renfe y en la plaza de Callao de Madrid, advierte especialmente del riesgo que este consumo representa para las personas mayores de 50 años, fumadores y pacientes con diabetes, hipertensión u obesidad o con antecedentes familiares.

De hecho, al día necesitamos 700 miligramos de fosfato y en una dieta occidental llegamos a consumir hasta tres gramos, es decir, entre dos y cuatro veces más. Las entidades comprometidas con la salud renal en España  han querido aprovechar el Día Mundial del Riñón lanzando en lugares de alto tránsito una campaña que invita a la población general y a los grupos de riesgo en particular a limitar el consumo de alimentos procesados y a llevar una dieta saludable para los riñones.

La campaña se alinea con el leit-motiv de la celebración del Día Mundial del Riñón, que en esta ocasión gira sobre la prevención y la detección precoz. “España, lista para frenar la enfermedad renal. Prevención y detección precoz para cualquier persona en cualquier lugar”, es concretamente el lema de este año, que incide en la necesidad de frenar el avance de la Enfermedad Renal Crónica (ERC), cuya prevalencia no ha dejado de crecer en la última década, alcanzando a entre el 10-15% de la población. En el marco del gran objetivo de la prevención, especialistas y pacientes han decidido hacer especial hincapié en el aspecto clave de la alimentación, aprovechando también la creación de una nueva cartera de Consumo con rango ministerial.

Daniel Gallego, presidente de Federación Nacional ALCER indica que “La prevención es un elemento fundamental de cualquier política de salud, para poder llevar a cabo una política correcta en este sentido las administraciones necesitan la colaboración responsable de las ciudadanas y ciudadanos, especialmente en el cuidado de sus riñones a través de unos estilos de vida activos, hábitos de vida saludable y una alimentación adecuada. Todos somos responsables de las decisiones que tomamos día a día, que tienen una clara repercusión en la calidad de vida relacionada con la salud”.

Las organizaciones que están detrás de esta campaña estiman que este nuevo contexto político puede ser una gran oportunidad para poner el acento en el riesgo que para el deterioro de la función renal representa un consumo excesivo de alimentos procesados. El problema de cualquier campaña de concienciación en esa dirección es que los consumidores no tienen forma de saber cuál es la cantidad de fósforo que lleva un alimento procesado. La información del etiquetado actual se limita a la presencia o no de aditivos. Los sanitarios implicados en la lucha contra las enfermedades renales esperan que el nuevo Ministerio se alinee con ellos en la demanda de una modificación del actual etiquetado alimentario europeo, y colabore con Sanidad para sensibilizar a la opinión pública sobre esta cuestión y en general sobre la importancia de la alimentación y los estilos de vida en la salud renal. Sin un cambio en los hábitos de alimentación, será difícil lograr avances significativos en materia de prevención.

Crecimiento sin control

Y sin embargo este avance en prevención es hoy necesario y prioritario. A pesar de los grandes logros en tratamiento, la ERC no ha dejado de crecer en España, en parte por el envejecimiento de la población pero en parte también por estilos de vida poco saludables que son evitables. En concreto, la ERC ha crecido casi un 30% en nuestro país en la última década y el número de personas en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) ha superado por primera vez las 1.300 personas por millón de población (pmp). De seguir su ritmo actual de crecimiento se convertirá en la segunda causa de muerte en nuestro país en pocos años.

Si preocupante es la prevalencia (actualmente hay en España 61.000 personas que se encuentran en diálisis o trasplante), no lo es menos el aumento de la incidencia (nuevos casos), que ha pasado en 2018 de las 141 a las 147,3 pmp, un 4% más. Esto supone que más de 6.880 personas con enfermedad renal habrían iniciado en 2018 TRS con diálisis o trasplante.

La percepción social es que llegamos a mayores con las funciones renales necesariamente disminuidas, como si el deterioro renal fuera exclusivamente fisiológico y no estuviera inducido por factores como la dieta, el sedentarismo, el tabaco o el consumo de alcohol. Las organizaciones implicadas en la salud renal quieren cambiar radicalmente esta falsa creencia, llevando a toda la población, y particularmente a los mayores, la idea de que el deterioro renal puede evitarse y que la función renal puede preservarse en estado óptimo con buenos hábitos y particularmente con una alimentación saludable.

Consejos para mantener en buen estado nuestros riñones

En esta dirección, y con motivo de esta campaña y de la celebración del Día Mundial del Riñón, han preparado una serie de materiales divulgativos, disponibles en www.senefro.org, con información general sobre la salud renal y ocho reglas de oro para cuidarla, que son las siguientes.

  1. Mantente en forma, estate activo
  2. Sigue una dieta saludable
  3. Comprueba y controla tu nivel de glucosa en sangre
  4. Comprueba y controla tu presión arterial
  5. Mantén una ingesta de líquidos adecuada
  6. No fumes
  7. No te automediques ni tomes  anti inflamatorios ni analgésicos regularmente si no te los indica tu médico
  8. Comprueba tu función renal si tienes uno o más factores de “alto riesgo”, por ejemplo si tienes diabetes, hipertensión o obesidad.
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