Como seres humanos somos seres gregarios. Esto quiere decir que tenemos tendencia a vivir en comunidad, cerca de nuestros semejantes, pero esto no se reduce únicamente a la cercanía física, que también es importante, sino que necesitamos relacionarnos de manera habitual con otras personas si no queremos experimentar el sentimiento de soledad. Por lo tanto, el sentimiento de soledad sería una percepción del individuo de carecer de relaciones interpersonales adecuadas o de calidad, lo que le hace sentirse aislado del mundo y no tener cubiertas unas necesidades vitales para su completo desarrollo como ser humano, lo cual le genera sensaciones desagradables a nivel psicológico, pudiendo ir acompañado también de un malestar físico.
Podemos pensar que hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, es muy sencillo relacionarse con otras personas, y en parte es cierto. La cuestión es que en muchas ocasiones las relaciones interpersonales que se generan no son de calidad, siendo demasiado superficiales y por lo tanto no logrando satisfacer las necesidades de socialización de la persona.
Características de la soledad
1. AISLAMIENTO. Una persona que esté experimentando el sentimiento de soledad lo primero que va a percibir es que se siente aislada del mundo, de todas las personas que le rodean
2. ABATIMIENTO. Igualmente, la experiencia que está sintiendo le hará sumirse en una espiral de tristeza, pudiendo experimentar sintomatología depresiva si la situación se prolonga demasiado en el tiempo.
3. AGOTAMIENTO. Otra característica que identifica el sentimiento de soledad es el sentir una absoluta falta de energía (ligada también a los síntomas de la depresión).
4. INQUIETUD. Experimentando una sensación de no estar satisfecho con los estímulos que percibimos.
PAUTAS PARA AFRONTAR LA SOLEDAD
1. ORGANIZARSE DE OTRA MANERA
Es buena idea organizarse la vida en función de nuestro estado actual (soltero, viudo, jubilado, sin hijos, etc.). Es hora de incorporar en nuestra agenda actividades que nos permitan intercambiar intereses con otras personas.
2. ESTABLECER HORARIOS
Intenta mantener un horario para acostarte y levantarte. Intenta no caer en la anarquía, esto te dará una gran sensación de seguridad. Los días que no tengas la obligación de madrugar, no te quedes en la cama. No ajustar a tu cuerpo a un horario incrementará la sensación de melancolía.
3. COME SIEMPRE A LA MISMA HORA
Si es posible, come siempre a la misma hora. Cena todas las noches, aunque sea más ligero. No caigas en la trampa de comer solo cuando tienes hambre y sin control. Lo notarás en tu salud física y estado de ánimo. El desorden genera más desorden y a su vez ansiedad.
4. INTENTA EL RITMO TÚ, NO TU ESTADO DE ÁNIMO
No te dejes llevar por el impulso del momento malo que vives. “Me aburro, no tengo ganas de asearme, cambiarme, vestirme…”.
5. REALIZAS ACTIVIDADES GRATIFICANTES
Hacer algo que te distraiga y te mantenga activo es bueno y saludable.
6. NO SE DEBE ¨MATAR EL TIEMPO¨
Tenemos que encontrar algo para ocupar y llenar nuestro tiempo. Pero algo que nos resulte significativo, que nos haga disfrutar y también crecer. No te quejes de que no dispones de mucho dinero. Los ricos no han resuelto el ocio, se aburren igual. Se trata de buscar algo que te atraiga y te “enganche”.
7. CAMBIA EL RITMO DE VIDA.
Lo que importa es aceptar la situación personal por la que estemos pasando y luchar por compensarla con amigos, familia, hijos, grupos. Si estás pasando por una situación de este tipo… ¡Ojalá estas pautas puedan ayudarte.
Carmen Rosendo,
Psicóloga de ALCER Giralda